Quizás en la respuesta a esta pregunta radica la riqueza de mi tesis doctoral. Mientras mis compañeros y tutores, expertos en telecomunicaciones, se centran en la física de las antenas, los filtros y las guías de onda (por mencionar algunas cosas), yo aporto mis capacidades para el análisis de datos, y el uso de técnicas de IA y optimización. Esta combinación nos permite concebir ideas de investigación, descubrir patrones electromagnéticos que antes, quizás, pasaban desapercibidos y, en definitiva, impulsar la innovación al ritmo que nos marca el mundo actual. En esa interacción, mi investigación doctoral se enfoca en poner la IA al servicio del diseño de componentes de microondas, tendiendo puentes entre dos mundos aparentemente diferentes, pero que juntos pueden revolucionar dicho campo.
Desde hace un tiempo me empezó a llamar la atención el impacto que la Inteligencia Artificial (IA) puede tener en el mundo físico, más allá de las pantallas y algoritmos abstractos. Hoy, mi investigación doctoral se sumerge precisamente en esa intersección entre lo digital y lo electromagnético: aplico técnicas de IA y análisis de datos avanzados al diseño de componentes para dispositivos microondas, indispensables en la fabricación de equipos de telecomunicaciones.
Mi trabajo es profundamente interdisciplinar. Ya no basta con manejar herramientas informáticas; para afrontar el reto que me he propuesto, debo colaborar con especialistas en electromagnetismo y diseñadores de hardware, áreas hasta ahora desconocidas para mi. Tradicionalmente, el desarrollo de componentes microondas —filtros, guías de onda, multiplexores, amplificadores— ha tardado meses de simulaciones y pruebas, un proceso lento y tedioso. Hoy, gracias a la IA, tenemos la esperanza de que el desarrollo de estos componentes pueda ser más ágil y preciso.
La clave está en los datos: mediante técnicas de machine learning y optimización, es posible predecir el comportamiento electromagnético de un dispositivo antes de su construcción física, detectar patrones que humanamente pasarían desapercibidos y proponer diseños más eficientes. Al automatizar tareas repetitivas y complejas, abrimos camino a la creatividad y la experimentación, liberando tiempo para abordar otros desafíos.
En el núcleo de mi investigación reside la pregunta que guía mi tesis: ¿Cómo pueden las técnicas de inteligencia artificial y el análisis de datos optimizar el diseño de componentes microondas, reduciendo complejidades, tiempos de desarrollo y garantizando altos niveles de rendimiento y confiabilidad?
Responder esta pregunta supone adentrarme en un territorio híbrido, donde el conocimiento informático y el entendimiento físico deben ir de la mano. En las próximas publicaciones de “En clave de IA y microondas”, iré compartiendo contenido que permita mostrar como la IA se va consolidando como un pilar en el campo de las microondas, un escenario en plena evolución donde la colaboración multidisciplinaria y la innovación constante son claves para alcanzar soluciones más eficientes.
En estos tiempos en que parece que la IA lo puede todo, a ver si de verdad en tu tesis se cumple. ¡Suerte con ello!
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